Taller de Gráfica Popular

El Taller de Gráfica Popular se creó en México (1937) gracias a Leopoldo Méndez, Pablo O'Higgins y  Luis Arenal Bastar.
El taller, principalemente, utiliza el grabado en linóleo y en madera, sus temáticas se basan en actividad política, el grupo apoya e impulsa las causas populares, es decir: el antimilitarismo, oposición al fascismo y la unión obrera. Esto se realizó mediante la producción de mantas, carteles, volantes, periódicos, etc.: Por ejemplo:

La manera de trabajar consistía en investigar cierto tema para seleccionar elementos esenciales, la propuesta, normalmente, se aceptaba de manera colectiva y finalmente se realizaba el grabado.

Muchos personajes importantes han participado en el Taller de Gráfica Popular, tales como: Joaquín Giménez El Tío Nonilla, Constantino Escalante, Hesiquio Iriarte, Santiago Hernández, José María Villasana, Jesús T. Alamilla, Gabriel Vicente Gahona Picheta, Manuel Manilla y José Guadalupe Posada. Tomando en cuenta los nombres de los artístas, cabe mencionar que dentro del catálogo de obras, se puede denotar el carácter artístico del taller y aún más que ello, la conmoción de cada pieza al representar de la realidad y en algunos casos la sátira hacia el gobierno.

Los mayores deleites de grandeza comienzan con pequeños pasos, o bien, detalles; en los orígenes del taller, el establecimiento no contaba con más de tres habitaciones, una para grabar, otra para imprimir y la última para vender y llevar a cabo asambleas. Sin embargo, con el paso del tiempo adquiere mayor fuerza, a pesar de que sufrió inestabilidad económica, resurge gracias al trabajo de Jesús Álvarez Amaya. 

Se puede afirmar que gracias al Taller de Gráfica Popular, se consolida la imagen del grabado mexicano. Tanta es su influencia que es conocida en el extranjero.